Don custodio caminaba por la calle de una cuidad cuando se encontró con un hombre que al pasar por su lado, sin ningún motivo le dio un golpe en la cabeza.
La gente corrió a ver que habÃa sucedido y le ayudaron a Don custodio,ofendido y adolorido, a llevar al hombre ante el juez.
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Después de escuchar la queja, el juez dijo:
-para un delito de esta clase, la pena es una multa: el ofensor debe pagar un pollo al ofendido.
-iré traerlo a mi gallinero, con permiso de su señorÃa -dijo el hombre.
Esperen un momento que vuelvo en seguida.pero paso una hora, pasaron dos y también tres, y el hombre no volvÃa con el pollo.
Don custodio estaba cada vez mas impaciente. al fin perdiendo la paciencia se acerco al juez y aprovechando que estaba escribiendo con la cabeza agachada le dio un gran golpe.
El juez, sorprendido y enojado grito:
-pero ¡que es esto?
-nada -respondió don custodio-, ya esta todo arreglado usted ha dicho por un delito de esta clase hay que pagar un pollo de multa .
Cuando venga el hombre con el pollo que me debe quédese usted con el. y perdone que le haya pegado pero tengo prisa y no puedo seguir esperando.


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